10 septiembre, 2025

Innovación en la huerta: una lechuga que cambia las reglas del juego

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Primer plano de una planta de lechuga Cisne desarrollada por INTA, con hojas verdes abundantes y estructura robusta, cultivada en sistema hidropónico.

La variedad Cisne, creada por científicos del INTA mediante edición génica, ofrece casi el doble de peso que las lechugas convencionales.

La lechuga, uno de los cultivos más comunes y consumidos en todo el mundo, ha sido objeto de numerosas investigaciones para mejorar su rendimiento y resistencia. Sin embargo, un equipo de científicos del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (IABIMO) del INTA logró un avance significativo al desarrollar una lechuga con características que podrían transformar el sector hortícola. Este innovador logro, mediante el uso de la edición génica, no solo mejora el rendimiento de la lechuga, sino que también abre nuevas posibilidades para la agricultura. 

Durante años, la mejora de la lechuga se centró principalmente en la resistencia a enfermedades y plagas, pero aumentar los rendimientos seguía siendo un desafío. Esto cambió cuando los investigadores del INTA, en colaboración con el uso de la edición génica, lograron crear una variedad de lechuga con mayor cantidad de hojas y casi el doble de peso que las variedades convencionales. Esta innovación genética se aplicó a la lechuga crespa Grand Rapids, una de las más populares, lo que resultó en una planta significativamente más productiva.

El avance se dio al intervenir un gen específico que influye en el desarrollo de la planta. Al “apagar” este gen, los investigadores lograron un retraso en la floración, lo que extendió el ciclo de crecimiento y permitió que la planta se mantuviera en el campo durante más tiempo sin perder calidad. Esto no solo se traduce en una mayor producción por unidad de superficie, sino que también extiende el período de comercialización de la lechuga, lo que permite a los productores maximizar su rentabilidad.

La nueva lechuga Cisne, como fue bautizada por los científicos debido a sus características destacadas, fue evaluada a lo largo de varias generaciones en invernaderos y en sistemas hidropónicos, mostrando un desempeño constante. La flexibilidad de este cultivo le permite adaptarse a diferentes tipos de producción: ya sea a campo abierto, en invernadero o en sistemas sin suelo. Este tipo de adaptabilidad abre nuevas oportunidades para productores de diferentes tamaños, desde grandes empresas agrícolas hasta pequeños productores familiares.

Impacto de la lechuga Cisne en la agricultura

El desarrollo de la lechuga Cisne representa un avance clave en la agricultura moderna, especialmente en un contexto donde los recursos productivos son limitados y las demandas de alimentos son cada vez mayores. Esta lechuga con mayor rendimiento y mejor resistencia climática puede ser una respuesta a los desafíos actuales del sector hortícola, como la escasez de tierras cultivables, las fluctuaciones climáticas y el aumento de plagas y enfermedades.

Con esta variedad mejorada, los productores pueden obtener casi el doble de rendimiento por superficie, lo que es esencial para maximizar la productividad agrícola sin necesidad de expandir los cultivos. Además, el hecho de que la lechuga pueda permanecer más tiempo en el campo antes de florecer abre una nueva ventana de comercialización. Esto es especialmente beneficioso en mercados donde la oferta y demanda de hortalizas frescas están muy equilibradas. La reducción de la floración también contribuye a una mayor calidad del producto final, lo que es clave para la satisfacción de los consumidores.

La lechuga Cisne no solo es una innovación desde el punto de vista biotecnológico, sino también económico. Al mejorar la eficiencia de la producción, los agricultores podrán enfrentar con mayor facilidad los cambios en el mercado y las presiones económicas derivadas de los costos de producción. Este desarrollo tecnológico podría transformar el panorama de la horticultura a nivel nacional, especialmente en países como Argentina, donde la lechuga es un cultivo de gran consumo.

Un futuro prometedor para la horticultura

El impacto de la lechuga Cisne es solo el comienzo de un proceso de innovación genética que puede extenderse a otras especies vegetales. Si la tecnología de edición génica demuestra ser efectiva en la lechuga, podría aplicarse a otros cultivos clave, lo que aumentaría los rendimientos agrícolas y mejoraría la resiliencia de las plantas frente a plagas y cambios climáticos.

En el contexto de la agricultura sostenible, este tipo de innovaciones permite una producción más eficiente, sin necesidad de utilizar más tierras o recursos. El uso de la edición génica también tiene el potencial de reducir el uso de pesticidas y otros productos químicos, lo que contribuiría a un sistema alimentario más ecológico y saludable. Además, la capacidad de cultivar lechugas con más hojas y un ciclo de vida más largo podría promover la economía circular en la horticultura, optimizando los recursos y reduciendo el desperdicio.

La lechuga Cisne y su comercialización

Actualmente, la lechuga Cisne se encuentra en su quinta generación, con evaluaciones en curso para determinar su adaptabilidad en condiciones de campo abiertas. Una vez que estos ensayos sean completados, el siguiente paso será su inscripción en el Instituto Nacional de la Semilla (INASE) para formalizar su comercialización. Este avance es fundamental, ya que permitirá que los productores hortícolas accedan a esta nueva variedad y puedan incorporarla a sus cultivos.

El impacto de este desarrollo será significativo no solo para los productores, sino también para la industria alimentaria en general, ya que representa una nueva oportunidad para mejorar la calidad, la cantidad y la rentabilidad de las hortalizas frescas disponibles en el mercado.

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