5 diciembre, 2025

Tecnología verde: la innovación detrás de “Animales en peligro”, la serie de Greenpeace y Natalia Oreiro en Flow

Greenpeace y Cimarrón aplicaron inteligencia artificial, energía solar y monitoreo satelital para producir Animales en peligro, una serie científica y sustentable narrada por Natalia Oreiro.

La docuserie producida por Cimarrón y Greenpeace combina arte, ciencia y tecnología aplicada a la conservación. Con la narración de Natalia Oreiro, el proyecto redefine cómo las herramientas digitales pueden proteger la biodiversidad en Argentina, Chile y Colombia.

Filmación sustentable y ciencia de campo


La realización de “Animales en peligro” implicó una logística de innovación ambiental. Greenpeace y Cimarrón diseñaron un sistema de producción sustentable que redujo la huella ecológica de cada rodaje. Los equipos trabajaron con energía solar portátil, transporte compartido y materiales reciclables. En zonas remotas, desde los Esteros del Iberá hasta la Bahía de Lota, se usaron cámaras trampa y sensores infrarrojos para registrar especies difíciles de observar, como el yaguareté o el chungungo. Este enfoque tecnológico permitió documentar comportamientos naturales sin intervenir en el entorno.

La tecnología como lenguaje de conservación


Más allá de su valor estético, la serie funciona como un experimento de ciencia aplicada. Greenpeace impulsó la incorporación de herramientas de monitoreo ambiental que hoy se utilizan en proyectos de conservación global: drones silenciosos, micrófonos subacuáticos, GPS satelital y sistemas de inteligencia artificial para procesar sonidos y patrones de movimiento. En cada país participante —Argentina, Chile y Colombia— se desarrolló un nodo técnico que recolectó datos compatibles con plataformas de investigación colaborativa. El documental se convierte así en una fuente de información real sobre biodiversidad regional.

Natalia Oreiro y la traducción tecnológica del conocimiento


La voz de Natalia Oreiro cumple un rol esencial en la traducción del lenguaje técnico a la experiencia emocional. Greenpeace comprendió que la tecnología, para inspirar acción, necesita narrativa. Oreiro explica procesos complejos —como la alteración de corrientes marinas o el impacto del cambio climático en las cadenas alimenticias— con claridad y empatía. Su narración articula lo que los sensores captan y los científicos interpretan. La combinación de evidencia y emoción da lugar a una nueva forma de comunicación científica: rigurosa y accesible.

Inteligencia de datos y conservación predictiva


Uno de los aportes más innovadores de la serie es el uso de inteligencia de datos. Greenpeace colaboró con instituciones académicas de la región para analizar registros visuales y sonoros. Los algoritmos empleados en el procesamiento de imágenes permitieron estimar poblaciones y desplazamientos de animales, generando información útil para programas de conservación. En Chile, los análisis de audio submarino ayudaron a mapear la presencia de chungungos en zonas industriales; en Argentina, las imágenes térmicas captadas en Corrientes identificaron nuevas áreas de tránsito del aguará guazú. La tecnología, en este caso, no sustituye al trabajo científico: lo amplifica.

Producción sostenible y ética digital


Cimarrón aplicó un protocolo de rodaje sustentable que Greenpeace ya promueve globalmente: neutralización de emisiones, reducción de residuos y transparencia en el ciclo de datos. Cada archivo audiovisual generado se integra a una base abierta para futuros proyectos de investigación. Esta política de “ciencia abierta” refleja una tendencia creciente en la industria: las producciones con impacto social deben producir conocimiento verificable. La ética digital de Greenpeace implica que la tecnología se use con respeto, sin alterar el comportamiento animal ni comercializar la información obtenida.

Greenpeace y la innovación como estrategia de comunicación


La organización concibe la innovación tecnológica como una extensión de su activismo. Desde los años 80, Greenpeace utiliza satélites, cartografía digital y sensores para exponer la deforestación y la contaminación global. “Animales en peligro” representa la actualización audiovisual de esa tradición: usa la tecnología no solo para denunciar, sino para sensibilizar. Cada plano aéreo o registro acústico tiene una función pedagógica. La tecnología, lejos de deshumanizar el mensaje, permite mostrar lo que antes era invisible.

Argentina, Chile y Colombia: tres laboratorios naturales


Cada territorio aportó desafíos técnicos distintos. En Argentina, la humedad y los incendios dificultaron el uso de drones, que debieron ser adaptados con cubiertas biodegradables. En Chile, las filmaciones submarinas exigieron cámaras de alta sensibilidad para registrar a los chungungos sin luz artificial. En Colombia, el monitoreo en los páramos se realizó con sensores de CO₂ y temperatura integrados a plataformas satelitales. Greenpeace logró coordinar estos tres laboratorios naturales como un ecosistema unificado de innovación ambiental latinoamericana.

Flow como plataforma de divulgación tecnológica


La alianza con Flow permitió extender la experiencia tecnológica más allá del rodaje. La plataforma integró funciones interactivas que vinculan los episodios con material adicional: mapas de especies, datos científicos y enlaces a campañas de Greenpeace. Esta convergencia entre entretenimiento, educación y tecnología posiciona a Flow como un agente de divulgación ambiental, no solo un distribuidor de contenido. La accesibilidad digital se transforma así en una herramienta de empoderamiento ciudadano.

Un modelo de comunicación ambiental del siglo XXI


“Animales en peligro” redefine el documental ambiental latinoamericano. Greenpeace y Cimarrón demuestran que la tecnología puede servir al conocimiento sin sacrificar emoción, y que la innovación no es opuesta al compromiso ético. Natalia Oreiro convierte los datos en relato; los científicos, en evidencia; las plataformas, en difusión. La serie demuestra que la conservación del siglo XXI no depende solo de voluntad o financiamiento, sino también de sistemas inteligentes capaces de comprender el lenguaje de la naturaleza.