10 diciembre, 2025

Emiliano Kargieman: el argentino que puso la mirada del país en órbita

Desde Satellogic, lidera la primera compañía latinoamericana en desplegar una constelación de satélites de observación terrestre. Visión estratégica, ciencia aplicada y orgullo nacional.

“Nuestra misión es democratizar el acceso a la información geoespacial. No se trata sólo de lanzar satélites, sino de transformar cómo los países, las empresas y las personas comprenden el planeta”, afirma Emiliano Kargieman, CEO y fundador de Satellogic, una empresa que nació en Argentina y hoy tiene presencia global.

Pionero de la industria aeroespacial privada en América Latina, Kargieman combina la mirada de un emprendedor tecnológico con la formación de un físico matemático y una convicción profunda sobre el rol de la Argentina en la frontera de la innovación.

Una constelación hecha en casa

Satellogic se convirtió en la primera empresa del país —y de la región— en desarrollar, construir y operar una red de satélites de observación de alta resolución a escala. Con más de 40 dispositivos en órbita, diseñados en sus instalaciones de Buenos Aires y Córdoba, la compañía ya compite con gigantes del sector como Planet Labs o Maxar.

“Tenemos capacidad para producir un satélite por semana. Y eso lo hacemos desde Argentina, con talento argentino”, destaca Kargieman con orgullo. El dato no es menor: mientras otras firmas del rubro dependen de terceros países, Satellogic diseña sus propios componentes y software, apostando por un modelo verticalmente integrado.

Información para un planeta más transparente

El diferencial de la empresa no está solo en la ingeniería. Lo que verdaderamente distingue a Satellogic es su modelo de negocio: ofrecer imágenes satelitales de alta resolución a precios accesibles. “Hasta hace poco, sólo los gobiernos de grandes potencias accedían a este tipo de datos. Nosotros creemos que cualquier municipio o empresa agroindustrial debería poder hacerlo también”, explica.

Este enfoque ha atraído el interés de actores tan diversos como la FAO, gobiernos estatales brasileños y startups africanas dedicadas al monitoreo del clima. Según el CEO, “la información que brindamos puede prevenir catástrofes, optimizar cultivos o detectar deforestación en tiempo real”.

Talento argentino para competir en el mundo

Para Kargieman, el gran capital de su empresa no está en los cohetes ni en los laboratorios, sino en las personas. “Formamos ingenieros, programadores y técnicos que podrían estar trabajando en Silicon Valley, pero eligen quedarse en Argentina porque acá tienen impacto real”, señala.

La empresa mantiene centros de producción y desarrollo en Río Negro, Buenos Aires y Córdoba, con alianzas estratégicas con universidades y agencias como INVAP y CONAE. Además, abrió oficinas en España, Estados Unidos y Uruguay, desde donde proyecta nuevos lanzamientos para 2026.

Una visión a largo plazo

En 2021, Satellogic se convirtió en la primera firma espacial argentina en cotizar en Nasdaq, una jugada que le permitió captar inversiones por más de 100 millones de dólares. Pero Kargieman asegura que su ambición va más allá del mercado financiero.

“No hacemos esto por marketing ni por patriotismo vacío. Queremos resolver problemas concretos: desde la inseguridad alimentaria hasta la planificación urbana”, sostiene.

En sus conferencias, suele repetir una frase que resume su filosofía: “La próxima revolución industrial se juega en el espacio, y América Latina no puede quedar afuera”.

Argentina como plataforma espacial

Kargieman cree que el país tiene ventajas únicas para liderar la industria satelital: capacidad científica, tradición estatal (como la desarrollada por INVAP y CONAE), y una nueva generación de talentos con mentalidad global. “Satellogic es la prueba de que se puede innovar desde acá, sin copiar modelos ajenos ni resignarse a ser proveedores periféricos”, subraya.