10 diciembre, 2025

Lucía Cirmi Obón, la líder con perspectiva feminista y economía asociativa

Impulsa desde el INAES una transformación estructural en la forma de pensar el trabajo, la producción y el rol del Estado en la economía.

“No alcanza con incluir mujeres en estructuras desiguales; hay que cambiar las estructuras. Y eso también se hace desde las políticas públicas”, plantea Lucía Cirmi Obón, directora del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), al hablar del vínculo entre el cooperativismo y la igualdad de género.

“La economía popular no es un parche, es un modo de producción. Y como tal, necesita reglas claras, financiamiento y planificación estratégica”, aseguró.

Cuando asumió en la entidad, posó la mirada en fortalecer el entramado cooperativo y mutual del país, en especial en sectores históricamente invisibilizados por la economía de mercado. “Cuando visitamos cooperativas textiles o emprendimientos asociativos de mujeres, vemos que ahí hay capacidad productiva real. Lo que falta es decisión política para integrarlas al desarrollo nacional”, afirmó

Según remarcó sobre su trayectoria profesional, “el cooperativismo feminista no es sólo una consigna, es una propuesta concreta para democratizar el trabajo”.

Uno de los ejes que más desarrolló en su gestión es la articulación con universidades, municipios y movimientos sociales. En 2024 se implementaron más de 50 convenios de formación técnica para cooperativas, con énfasis en rubros como la construcción, la producción de alimentos y las tecnologías blandas.

Además, bajo su liderazgo el INAES amplió los fondos de crédito no bancario destinados a mutuales y cooperativas: “Queremos que las unidades productivas de la economía popular no estén más sometidas a la lógica de la usura o el endeudamiento informal”.

En otra parte de su forma de pensar, Lucía insiste en que no se trata solo de fortalecer un sector productivo alternativo, sino de modificar el vínculo entre el Estado y los trabajadores: “Las políticas sociales tienen que dejar de pensarse como asistenciales. Estamos hablando de trabajo, de producción, de soberanía económica”.

Esa perspectiva también se traduce en propuestas legislativas que buscan dotar de mayor estabilidad jurídica y previsibilidad al sector. “Las cooperativas no pueden depender de la voluntad política de turno. Necesitamos políticas de Estado que reconozcan su rol estratégico en el entramado económico”, señala.

Reconocimiento internacional y perspectiva federal

Es importante mencionar que, en 2025, su trabajo fue destacado por la Red Global de Economía Social (GSEF), que valoró la experiencia argentina como “un modelo de gobernanza público-comunitaria con enfoque de derechos”.

Además, desde el INAES han impulsado mesas federales en todas las provincias, con especial atención a las cooperativas rurales, indígenas y de pueblos originarios. “El federalismo real se construye reconociendo las diversidades territoriales, y eso lo aprendí escuchando a las organizaciones locales”, expresa.

“Me interesa una gestión que no sea verticalista, que construya con otros saberes y que esté dispuesta a cuestionar privilegios”, concluyó.