10 octubre, 2025

¿Es posible borrar recuerdos de tu cerebro? Los avances actuales en manipulación de la memoria

Desde la optogenética en ratones hasta el neurofeedback en humanos, la ciencia explora cómo modificar recuerdos, abriendo oportunidades terapéuticas y dilemas éticos.

La manipulación de recuerdos es un tema que ha fascinado a científicos y filósofos durante siglos, pero hoy en día, lo que antes parecía una fantasía de ciencia ficción está más cerca de la realidad. ¿Alguna vez te has preguntado si podrías borrar un recuerdo doloroso o negativo de tu mente? Si bien no estamos hablando de algo tan sencillo como el Neuralizador de Men in Black, los avances científicos están demostrando que es posible alterar, modificar e incluso borrar recuerdos en ciertos modelos experimentales.

Avances en la manipulación de recuerdos en animales

Hace aproximadamente una década, un equipo de neurocientíficos del MIT, liderado por el premio Nobel Susumu Tonegawa, logró un descubrimiento revolucionario al demostrar que era posible alterar los recuerdos en ratones. Usando una técnica conocida como optogenética, los investigadores pudieron identificar los engramas, es decir, las huellas mnémicas que se forman en el cerebro cuando se vive una experiencia, y manipularlas.

En un experimento, las ratas de laboratorio fueron entrenadas para asociar un lugar específico con una descarga eléctrica, lo que les generó un miedo palpable al acercarse a ese punto. Sin embargo, tras identificar las neuronas asociadas a ese recuerdo de dolor, los científicos lograron activarlas artificialmente. Lo sorprendente fue que las ratas mostraron la misma reacción de miedo, a pesar de que no habían recibido la descarga. Esto mostró que era posible “instalar” un recuerdo sin necesidad de la experiencia original.

¿Qué es la optogenética y cómo está cambiando la neurociencia?

La optogenética es un campo en auge que combina la ingeniería genética y la óptica para manipular células cerebrales específicas con el uso de luz. La idea detrás de esta técnica es que mediante la ingeniería genética, las células cerebrales involucradas en el proceso de memoria pueden ser modificadas para volverse sensibles a la luz. Usando un láser, los científicos pueden activarlas o desactivarlas de manera precisa, permitiendo estudiar cómo ciertos recuerdos se forman y cómo podrían alterarse.

Steve Ramírez, neurocientífico de la Universidad de Boston, ha llevado más allá esta técnica al intentar modificar recuerdos negativos en animales. Su investigación ha demostrado que se pueden alterar los recuerdos dolorosos, incluso cambiando su valencia emocional, es decir, transformando recuerdos negativos en recuerdos neutros o positivos. Sin embargo, esta técnica, aunque prometedora, aún no es aplicable en seres humanos debido a su naturaleza invasiva.

Manipulación de recuerdos en humanos: posibilidades y desafíos éticos

Si bien los avances en animales son asombrosos, la manipulación de recuerdos en humanos sigue siendo un desafío monumental. Investigadores como Aurelio Cortese, del Instituto ATR de Kioto, están trabajando en métodos menos invasivos. Una de sus innovaciones es el Decoded Neurofeedback (DecNef), que utiliza resonancia magnética funcional combinada con algoritmos de aprendizaje automático para alterar recuerdos humanos.

A través de DecNef, los científicos pueden mapear y modificar la actividad neuronal asociada con recuerdos negativos, como fobias o traumas, y suavizar la respuesta emocional que provocan. Este proceso, basado en el aprendizaje por refuerzo, implica la repetición de un comportamiento en el que los participantes son recompensados por cambiar su actividad cerebral hacia patrones deseados. Aunque esta técnica ya ha mostrado resultados en humanos, su eficacia y aplicabilidad aún se encuentran en fases experimentales.

Además de los avances tecnológicos, los investigadores también exploran el uso de fármacos para alterar recuerdos en humanos. Una de las sustancias más estudiadas es el Propranolol, un betabloqueador que podría ayudar a modificar la respuesta emocional asociada a recuerdos traumáticos, como ocurre con el síndrome de estrés postraumático. A pesar de su potencial, los fármacos utilizados para modificar la memoria aún enfrentan limitaciones debido a su toxicidad o efectos secundarios no deseados en humanos.

Consideraciones éticas en la manipulación de recuerdos

La manipulación de la memoria humana plantea serias cuestiones éticas. Si bien los beneficios terapéuticos son evidentes, como el tratamiento de fobias, trastornos de ansiedad o estrés postraumático, también surgen preguntas sobre la posible manipulación de recuerdos con fines no terapéuticos. Cambiar o borrar recuerdos de manera artificial podría tener consecuencias en la identidad personal, ya que nuestros recuerdos son fundamentales para nuestra comprensión de quiénes somos.

A lo largo de los últimos años, han surgido debates sobre los neuroderechos, que buscan proteger la privacidad y la integridad mental de los individuos. En este sentido, se están creando marcos legales para abordar la manipulación de la memoria, que va más allá de la medicina y se adentra en el terreno de la libertad cognitiva y los derechos humanos.