22 agosto, 2025

La biotecnología cuida al maíz de las plagas, pero ¿quién protege a la biotecnología?

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Una investigadora analiza el estado de las plantas de maíz con apoyo de herramientas digitales en el campo.

La biotecnología ha revolucionado la forma en que los cultivos enfrentan plagas, especialmente en el maíz. Sin embargo, para que esta innovación continúe siendo eficaz, es necesario un manejo adecuado que garantice su durabilidad y evite la resistencia de los insectos. Si no se toman las precauciones necesarias, los beneficios de la tecnología podrían desaparecer rápidamente.

La adopción de cultivos Bt en la agricultura, especialmente en el caso del maíz, ha sido una de las principales innovaciones biotecnológicas para proteger las cosechas contra insectos. Estos cultivos modificados genéticamente permiten que el maíz resista plagas de insectos como el gusano cogollero o el barrenador del tallo. Esto ha permitido reducir el uso de insecticidas, lo que no solo reduce los costos, sino que también promueve una agricultura sostenible. No obstante, la tecnología Bt no es infalible, y la forma en que los productores gestionan estos cultivos juega un papel fundamental en su éxito a largo plazo.

Manejo correcto para asegurar la durabilidad de la biotecnología Bt
Aunque la biotecnología ofrece ventajas significativas, su éxito y sostenibilidad no pueden depender únicamente de la tecnología misma. Para evitar que los insectos se vuelvan resistentes, es crucial que los productores adopten un manejo adecuado y prácticas culturales específicas. Una de las claves para la durabilidad de los beneficios del cultivo Bt es la siembra de refugio, un área sin plantas Bt donde los insectos pueden encontrar plantas no modificadas para reproducirse. Esta práctica ayuda a mantener la susceptibilidad de las plagas a la tecnología y evita que se desarrollen resistencias rápidamente.

El monitoreo sistemático de las plagas es otra práctica fundamental que debe realizarse de forma constante. Los productores deben estar atentos no solo a la población de insectos, sino también a la presencia de malezas que puedan albergar plagas que migren hacia los cultivos Bt. Este monitoreo debe comenzar mucho antes de la siembra y continuar a lo largo de todo el ciclo del cultivo, asegurando que los refugios se mantengan en condiciones óptimas para evitar la aparición de insectos resistentes.

El desafío de la resistencia y el compromiso con el manejo adecuado
Uno de los mayores retos que enfrentan los productores es la sensibilización y educación sobre el manejo de los cultivos Bt. Existe una percepción errónea de que las tecnologías biotecnológicas son eternas o que siempre habrá nuevas soluciones a medida que surjan problemas de resistencia. Sin embargo, si no se adoptan prácticas correctas como la siembra de refugios y el monitoreo continuo, la tecnología Bt perderá su efectividad con el tiempo, y las plagas podrán adaptarse.

El compromiso de toda la cadena de producción, desde la industria semillera hasta el productor, es esencial para garantizar que la biotecnología continúe siendo una herramienta útil. La correcta rotación de proteínas Bt y la rotación de cultivos son prácticas clave para disminuir la probabilidad de resistencia. Al usar diferentes tipos de tecnologías y rotar los cultivos, se disminuye la presión sobre cualquier proteína Bt específica, lo que aumenta su eficacia a largo plazo.

Además, la adopción de insecticidas con diferentes modos de acción, si es necesario, debe ser cuidadosamente planificada. Se debe evitar el uso excesivo de productos que puedan afectar a los insectos benéficos que controlan otras plagas de forma natural.

Prácticas esenciales para garantizar la efectividad a largo plazo de los cultivos Bt

Para lograr que la biotecnología Bt continúe siendo efectiva, es necesario implementar un enfoque integral que combine tecnología con prácticas agrícolas responsables. Algunas de las recomendaciones clave incluyen:

  • Mantener los campos libres de malezas que puedan servir como hábitats alternativos para las plagas.
  • Asegurarse de sembrar un refugio adecuado y cumplir con las recomendaciones de las autoridades agrícolas.
  • Monitorear periódicamente los campos, tanto los destinados al cultivo Bt como los refugios, para asegurarse de que las plagas no estén desarrollando resistencia.
  • Utilizar trampas de feromonas para detectar la presencia de plagas y evaluar su evolución.
  • Consultar al proveedor de semillas en caso de observar daños inusuales o un control insuficiente de plagas.

El uso responsable de la tecnología Bt garantiza no solo la sostenibilidad de la producción agrícola, sino también la protección de la biodiversidad y la reducción del impacto ambiental. Con un manejo adecuado, las plagas pueden ser controladas de manera efectiva sin comprometer la efectividad de la biotecnología, asegurando que los productores mantengan altos rendimientos y contribuyan al bienestar general de la agricultura.

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