Vacunas biotecnológicas para la sanidad porcina y aviar: un avance en la producción agropecuaria

Argentina impulsa la producción agropecuaria con nuevas vacunas biotecnológicas para porcinos y aves.
Recientemente, el gobierno argentino aprobó tres nuevas vacunas biotecnológicas que prometen revolucionar la sanidad porcina y aviar. Estas vacunas buscan no solo mejorar la salud de los animales, sino también potenciar la producción agropecuaria, un sector clave para la economía del país.
A través de las disposiciones 39/2024 y 40/2024, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca autorizó la implementación de estas vacunas, diseñadas para prevenir enfermedades que afectan tanto a cerdos como a aves, dos de los pilares más importantes de la producción animal.
Las nuevas vacunas biotecnológicas dirigidas al sector porcino están especialmente diseñadas para combatir dos de las enfermedades más problemáticas en la cría de cerdos: el Circovirus Porcino tipo 2a y 2b, y la enfermedad respiratoria por Mycoplasma hyopneumoniae. Estas condiciones provocan no solo la mortalidad temprana de los animales, sino también un retraso en el crecimiento de los porcinos, lo que afecta directamente la rentabilidad de los productores. En el caso del Circovirus, la situación es crítica, pues provoca la muerte de los cerdos en los primeros meses de vida, generando pérdidas económicas significativas.
Las vacunas autorizadas representan una gran mejora para la salud animal y una protección fundamental para los productores de cerdos. Al evitar la propagación de estas enfermedades, se contribuye a un crecimiento más rápido y saludable de los animales, lo que mejora la eficiencia de la producción porcina en Argentina. Esta innovación se alinea con los esfuerzos para garantizar una oferta más estable y saludable de carne de cerdo para el mercado local e internacional.
Vacuna aviar: protección frente a enfermedades virales en las aves
En el ámbito avícola, la nueva vacuna biotecnológica autorizada se centra en la protección de los pollos contra tres enfermedades virales devastadoras: la enfermedad de Marek (MD), la bursitis infecciosa (conocida como enfermedad de Gumboro) y la enfermedad de Newcastle (ND). Estas enfermedades virales pueden ocasionar grandes pérdidas en la producción avícola, afectando tanto la salud de los animales como la productividad de las granjas.
La vacuna aviar está basada en un herpesvirus genéticamente modificado de pavo y se administra a los pollos en sus primeros días de vida, incluso in ovo (en el huevo), para asegurar una respuesta inmune efectiva. Esta solución no solo previene la propagación de estas enfermedades, sino que también garantiza que las aves crezcan de manera más saludable y con menos complicaciones, lo que se traduce en una mayor producción de carne y huevos sin riesgos adicionales.
Regulaciones y seguridad: el respaldo científico para las nuevas vacunas
El desarrollo y la autorización de estas vacunas biotecnológicas no han sido un proceso arbitrario. Antes de su aprobación, las modificaciones genéticas realizadas fueron cuidadosamente evaluadas por la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), que determinó que no representan riesgos para el agroecosistema. Esta evaluación es fundamental para asegurar que las nuevas tecnologías sean seguras tanto para los animales como para los productores y el medio ambiente. Además, antes de que estas vacunas lleguen al mercado, deberán cumplir con los requisitos establecidos por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), garantizando que su comercialización cumpla con los estándares de seguridad y calidad necesarios.
El respaldo científico y normativo es crucial para la confianza en estas tecnologías, ya que aseguran que los productores puedan adoptarlas con la certeza de que no afectarán la salud pública ni el ecosistema. Además, las nuevas vacunas proporcionan una alternativa moderna y eficaz frente a problemas de salud animal que han afectado la producción agropecuaria durante años.