29 junio, 2025

Descubrimiento de la enzima EZH2 en el crecimiento tumoral agresivo del cáncer de próstata resistente a tratamientos

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Ilustración científica que representa la actividad de la enzima EZH2 en células tumorales de cáncer de próstata resistente a tratamiento.

Investigadores identificaron el rol clave de EZH2 en el crecimiento agresivo del cáncer de próstata resistente a terapias hormonales como enzalutamida.

El cáncer de próstata resistente a tratamientos es un desafío significativo para los médicos debido a la falta de opciones terapéuticas eficaces. Sin embargo, un estudio reciente realizado por científicos de Weill Cornell Medicine ha revelado un hallazgo sorprendente: la enzima EZH2 juega un papel crucial en el crecimiento tumoral agresivo en este tipo de cáncer. Este descubrimiento podría abrir la puerta a nuevas terapias que ofrezcan esperanza a los pacientes que enfrentan este cáncer con opciones limitadas de tratamiento.

El estudio, publicado en la revista Nature Communications, describe cómo la deficiencia de PKCλ/ι en las células de cáncer de próstata facilita la actividad de EZH2, impulsando el crecimiento del tumor a pesar de la presencia de inhibidores del receptor de andrógenos. Este descubrimiento marca un avance importante en la comprensión de los mecanismos de resistencia al tratamiento en el cáncer de próstata, específicamente en el subtipo conocido como cáncer de próstata resistente a la castración (CRPC).

El papel inesperado de EZH2 en la progresión tumoral

Tradicionalmente, EZH2 se había asociado con la represión de genes supresores de tumores, lo que limitaba el crecimiento de células cancerígenas. Sin embargo, los investigadores descubrieron que, en ausencia de PKCλ/ι, EZH2 adopta una forma alternativa que promueve la producción acelerada de proteínas y activa factores de crecimiento como el TGF-β, lo que genera un entorno favorable para la progresión del cáncer. Este mecanismo ocurre incluso en células tratadas con inhibidores del receptor de andrógenos, como el enzalutamida, que generalmente se usa para frenar el cáncer de próstata.

La importancia de este hallazgo radica en que, al alterar su función, EZH2 no solo favorece la supervivencia del tumor sino que también contribuye a la formación de un microambiente que potencia el crecimiento tumoral. Esto pone de manifiesto una nueva vía en la que los tumores pueden evadir los tratamientos actuales, destacando la necesidad de enfoques terapéuticos innovadores para abordar la resistencia.

Potenciales terapias basadas en la inhibición de EZH2 y TGF-β

El estudio propone que, al inhibir las actividades alternativas de EZH2, se podría restaurar la sensibilidad de las células tumorales a los inhibidores del receptor de andrógenos. En los estudios preclínicos realizados por el equipo de investigación, bloquear ya sea la síntesis de proteínas o la vía TGF-β resultó en una reversión significativa de la resistencia al tratamiento en células de cáncer de próstata deficientes en PKCλ/ι. Esta intervención restauró la sensibilidad a terapias hormonales como el enzalutamida, lo que sugiere que, al enfocarse en esta nueva vía, se podría superar la resistencia que caracteriza a muchos casos de CRPC.

Además, dado que el TGF-β está vinculado con la supresión inmunológica en los tumores, la inhibición de esta vía podría mejorar la eficacia de tratamientos como la inmunoterapia, una estrategia terapéutica que ha tenido éxito limitado cuando se aplica de manera aislada en cáncer de próstata. Esta combinación de tratamientos, dirigida tanto a EZH2 como a TGF-β, podría ser una forma poderosa de potenciar las opciones terapéuticas para los pacientes con cáncer de próstata resistente a los tratamientos convencionales.

Implicaciones para la práctica clínica: un enfoque personalizado

La investigación también subraya la importancia de un enfoque personalizado en el tratamiento del cáncer de próstata. Si bien la inhibición de EZH2 podría ser útil para los pacientes con deficiencia de PKCλ/ι, los investigadores advierten que en tumores con niveles elevados de PKCλ/ι, la inhibición de EZH2 podría contrarrestar los efectos terapéuticos. Este hallazgo resalta la necesidad de tratamientos cuidadosamente adaptados que tengan en cuenta las características moleculares específicas de cada paciente.

Con estos avances, los científicos abren una nueva línea de investigación para el desarrollo de tratamientos combinados que apunten de manera precisa a las vulnerabilidades específicas de las células tumorales. Los próximos pasos incluyen la planificación de ensayos clínicos para probar la combinación de inhibidores del receptor de andrógenos con inhibidores de EZH2 o TGF-β, lo que podría transformar la manera en que se aborda el tratamiento del cáncer de próstata resistente a terapias.

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