29 junio, 2025

Una fábrica de enzimas industriales fundada por científicos del CONICET pionera en Sudamérica

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Fábrica de enzimas industriales Keclon, fundada por científicos del CONICET en Santa Fe, especializada en biotecnología aplicada.

Keclon produce enzimas industriales en Argentina con impacto global en alimentos, biodiesel y cosmética.

En Argentina, un equipo de científicos del CONICET logró lo que parecía un desafío imposible: crear una empresa capaz de revolucionar industrias clave mediante el desarrollo de enzimas industriales. Desde su planta en Santa Fe, Keclon se ha convertido en un referente de la biotecnología aplicada, exportando sus productos a mercados internacionales y aportando soluciones innovadoras para sectores como el alimenticio, aceitero, de biocombustibles, cosmética y biomedicina. Esta historia de éxito no solo es un ejemplo de transferencia tecnológica, sino también de cómo la ciencia y la industria pueden colaborar para generar beneficios económicos y ambientales de gran impacto.

En 2012, un equipo de biotecnólogos del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos (IPROBYQ) del CONICET decidió abordar un problema crucial que afectaba la producción de biodiesel en Argentina, uno de los mayores productores de este combustible a nivel mundial. El sedimento presente en el biodiesel era un desafío para la industria, ya que afectaba la calidad del producto final. Inspirados en su conocimiento de las enzimas, los científicos idearon un método para eliminar estos sedimentos mediante el uso de enzimas sintéticas, moléculas de proteína capaces de realizar esta tarea de forma eficaz. Este fue el germen de Keclon, una Empresa de Base Tecnológica (EBT) que surgió con el objetivo de aplicar la biotecnología para resolver problemas industriales.

En un tiempo récord de solo seis meses, el equipo logró desarrollar una enzima sintética capaz de descomponer los sedimentos del biodiesel, optimizando su calidad. Sin embargo, el contexto político y económico del país cambió rápidamente: las restricciones gubernamentales provocaron una caída en la producción de biodiesel, lo que obligó a los científicos a replantear sus objetivos. En ese momento, Molinos Agro, una de las principales empresas procesadoras de soja de Argentina, se acercó a Keclon con una nueva solicitud: utilizar sus enzimas para mejorar el proceso de refinamiento de aceite de soja.

Innovación aplicada: la solución enzimática para la refinación de aceite

El desafío de Molinos Agro era claro: reducir los costos de refinamiento del aceite de soja y mejorar la productividad del proceso. Durante la refinación, el aceite crudo debía ser purificado, lo que generaba un desperdicio significativo y un impacto ambiental negativo. Las enzimas desarrolladas por Keclon fueron la clave para optimizar este proceso. Utilizando estas enzimas, se logró reducir los residuos, recuperar más aceite y, al mismo tiempo, mejorar el rendimiento de producción en un 2,5%.

Aunque el porcentaje pueda parecer bajo, el impacto fue enorme. Con una capacidad instalada de producción de diez millones de toneladas de aceite de soja al año, un 2,5% adicional equivalía a 250,000 toneladas extra de aceite. Esta mejora no solo permitió a las empresas incrementar su productividad, sino que también redujo el impacto ambiental. En términos económicos, el beneficio para el país fue considerable, con un estimado de quinientos millones de dólares adicionales, generados por una mayor eficiencia en la producción y la exportación de aceite de soja.

Este proyecto no solo consolidó a Keclon como un proveedor estratégico para Molinos Agro, sino que también atrajo la inversión de la empresa, que se convirtió en accionista de Keclon. A partir de ahí, la empresa comenzó a expandirse rápidamente.

El crecimiento de Keclon y su impacto global

Desde su fundación, Keclon no dejó de crecer. En 2021, inauguraron una nueva planta en San Lorenzo, Santa Fe, con capacidad de fermentación de 65,000 litros, lo que les permitió producir toneladas de enzimas para abastecer a diversas industrias globales. Actualmente, Keclon cuenta con un equipo de cerca de 80 empleados, muchos de ellos científicos formados por el CONICET, que trabajan a diario para desarrollar soluciones de biotecnología avanzada. Estas enzimas se destinan a sectores como la industria alimenticia, aceitera, biocombustibles, cosmética y biomedicina.

La innovación de Keclon no solo contribuye a reducir costos en las empresas, sino que también aumenta su competitividad a nivel internacional. Las tecnologías desarrolladas por la empresa permiten optimizar los procesos productivos, reducir los impactos ambientales y generar divisas para el país a través de la exportación de enzimas. Menzella, director de IPROBYQ y uno de los fundadores de Keclon, destaca que la clave del éxito de la empresa está en la capacidad de resolver problemas concretos del sector privado. La colaboración con empresas como Molinos Agro fue fundamental para convertir las investigaciones científicas en soluciones aplicables y de gran valor económico.

Keclon se ha posicionado como un líder en el campo de las enzimas industriales, desarrollando productos alineados con los estándares internacionales. Según Francisco Colombatti, líder de innovación de Molinos Agro, el trabajo de Keclon ha demostrado una capacidad única para resolver problemas industriales con un enfoque biotecnológico, lo que ha permitido ofrecer soluciones de alta calidad a un costo mucho más competitivo que las de empresas internacionales.

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